Le llaman la ciudad del amor, y no es para menos… ¡Marina nos cuenta su última aventura parisina!
Pocas cosas hay tan irresistibles como una fugaz escapada a París por primavera, sin lugar a dudas en el mes de mayo París tiene una luz especial.
Maleta pequeña y una buena selección de mis joyas favoritas. La agenda vacía sin otro plan que pasear y tomarle el pulso a esta mágica ciudad.
Aunque hay ciertas cosas que me cuesta no repetir, como dejar el metro en Trocadero y al bajar darme de bruces con la Tour Eiffel, un paseo en barco por el Sena, holgazanear por Colette mientras buscas algo que te llegue a emocionar.
También está Saint Germain, uno de mis barrios parisinos preferidos con sus típicos Cafés. Y para descansar de tanto pasear una parada en los jardines de Notre Dame, al atardecer puedes ver como van llegando las parejas de enamorados para disfrutar de una bonita puesta de sol mientras descorchan las botellas de Beaujolais sentados en la Île de la Cité.
En cuanto a tendencias, los pitillos acompañados de zapatillas tipo Stan Smith y tobillos al aire toman las calles, mucho corte de pelo Long Bob, y al igual que por Hong Kong mucha cazadora «Perfecta» y mucho Trench, está claro que es la era de la globalización.
Y como no podía ser de otro modo, también resulta irresistible la visita casi obligada a la Place Vendôme, para el que no se haya dado cuenta tiene forma octogonal igual que la talla esmeralda tan de moda últimamente, sus fastuosas joyerías nos recuerdan la tendencia de joyas en amarillo-blanco y bonitos centros de color.
Y si a alguien le apetece acompañar su viaje a París con una banda sonora de lo más apropiada, nada mejor que el último disco de Zaz, una francesita de voz algo rota a la que ya empiezan a coronar como la nueva Edith Piaf.
Hasta Pronto París, Je t´aime….moi non plus.
Marina García.
